lunes, 7 de febrero de 2011

Chicaloma perdió su monumento a la amistad




Chicaloma, el asentamiento afroboliviano más importante de Bolivia, ya no es el mismo. Conserva su tradicional saya, buen fútbol y la picardía de sus pobladores, pero le falta algo: el "monumento a la amistad".
Hace dos años desapareció el busto a Pedro Andaveres, el único héroe afro de Bolivia, quien tuvo destacada participación en la Guerra del Chaco. "No hay amor más grande que dar la vida por los amigos", reza la frase bíblica, la que fue aplicada estrictamente por Pedro Andaveres, en el mismo terreno de combate.
Andaveres, junto al militar yungueño Armando Escobar Uría, ex alcalde de La Paz, formaron parte de la Primera División del Ejército que, encabezada por Bernardino Bilbao Rioja, fue protagonista del episodio de Kilómetro 7.
En el epílogo del combate y cuando se encontraba a salvo, Andaveres se dio cuenta que su amigo de infancia, Armando Escobar, había quedado malherido en el campo de batalla. Sin pensarlo dos veces retornó al lugar de combate, poniendo en riesgo su vida, donde comenzó la dificultosa tarea de buscarlo.
Lo encontró convaleciente, inmediatamente lo subió en sus hombros y tomó el camino de retorno. Lo cargó por más de 12 kilómetros hasta ponerlo a buen recaudo, donde Escobar recibió atención médica y salvó la vida.
Ese gesto, de entrega total por el amigo, jamás pudo ser olvidado por el Gral. Escobar, quien durante su gestión en la Alcaldía de La Paz decidió rendirle homenaje colocando un busto en Chicaloma.
Mercenario brasileño
Para los militares paraguayos, Pedro Andaveres nunca dejó de ser un mercenario brasileño. Y no era para menos, pues hasta ahora es desconocida la presencia afroboliviana, incluso dentro de nuestras fronteras.
La valentía del “soldado negro” fue comentada, repetidamente, en los dos bandos en guerra, causando la simpatía de los unos y el odio de los contrarios.
El combatiente boliviano cayó preso en diciembre de 1933, oportunidad que aprovecharon los paraguayos para vengar, una a una, las acciones del ocasional enemigo.
Andaveres no fue recluido junto al resto de los presos, sino en un leprosario, donde fue sometido a trabajos forzados. Retornó al país en 1937, con el último contingente de prisioneros de guerra.
El robo
El busto de Pedro Andaveres desapareció de la noche a la mañana. Su extravío coincidió con la visita de una delegación universitaria a Chicaloma.
Las autoridades y pobladores de la capital afro de Bolivia despertaron a la mala noticia. No podían creer que el principal recuerdo de su héroe no estaba más entre ellos.
Froilan Ayllón, un viejo vecino de la población, recuerda que, después de verificar el robo, intentaron requisar el bus en que se encontraba la delegación universitaria. El respeto hacia los forasteros impidió dicha revisión, lo que aumentó la incertidumbre respecto de los autores de semejante atentado contra la historia del poblado.
Si son desconocidos los autores, peor los motivos del hurto. Los pobladores recuerdan que, en la época, Bolivia y Paraguay, intercambiaron trofeos de guerra y sospechan que la representación en piedra de Andaveres pudo haber sido ofrecida a los paraguayos.
Pedro Andaveres (hijo) sospecha que detrás de la desaparición del busto de su padre existe una acción racista: “Pensamos que son algunos racistas, que tratan de eliminar y borrar”.
Nunca más Chicaloma
“El busto era la encarnación propia de la raza negra que, de alguna forma, se sentía representada por su persona”, comenta Pedro Andaveres (hijo) al explicar el significado del monumento. Y es evidente. En Bolivia no debe de haber sector más discriminado que las comunidades afro.
Llegaron a estas tierras sin invitación, perdieron su idioma y vínculo cultural con el África y, lo que es peor, son gran minoría. Pedro Andaveres es tal vez el más conocido de los anónimos aportes de los negros a la dramática historia de Bolivia.
Concientes de ello, las autoridades y pobladores de Chicaloma han hecho lo posible por restituir el busto a su héroe, para lo que buscaron el apoyo de las autoridades departamentales y nacionales. El hijo del “héroe negro” recuerda que peregrinaron por diferentes oficinas públicas, las que se negaron a colaborarles u ofrecieron promesas que jamás fueron cumplidas.
Reponer el busto a Pedro Andaveres requiere de una inversión superior a los tres mil dólares estadounidenses, los que difícilmente podrán ser reunidos por los pobladores del lugar. Definitivamente, Chicaloma no será la misma sin el símbolo de su héroe, que les recordaba que los afro fueron y son importantes para el país.
Irupana, agosto de 1997

1 comentario:

  1. SIN DUDA QUE HUBO UN AFAN RACISTA DE ALGUN DESADAPTADO PARA COMETER SEMEJANTE FECHORIA, CON EL FIN DE MINIMIZAR LOS MERITOS DE ESTE GRAN HOMBRE, PERO LA HISTORIA SE ENGARGARA DE REPARAR ESTA AFRENTA QUE VA CONTRA TODO UN PUEBLO Y UNA CULTURS QUE AUN VIVE....

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