jueves, 13 de septiembre de 2018

Laza, nuestra tatarabuela…

Vista del actual centro poblado de Laza (Foto: Juan Adolfo Apaza)

Laza es la población más antigua de lo que hoy es el municipio de Irupana y una de las más veteranas de la región yungueña. Es más, era hasta bien entrada la etapa colonial lo que entonces se llamaba “doctrina” o lo que hoy se denomina parroquia, dentro de la administración eclesial.
El archivo del Arzobispado de La Paz consigna muchos documentos en los que Laza aparece como cabeza parroquial, al mismo nivel que Chulumani, que es la jurisdicción con la que colinda. Irupana aparece nombrado, pero como parte de ese territorio administrativo de la Iglesia Católica.
Ya en 1943, el irupaneño Leonardo Guzmán, director de la revista “Acción y Progreso”, publicó una versión del religioso franciscano Nicolás Armentia quien, en su calidad de obispo, habría realizado una visita pastoral a la parroquia de Irupana, en 1903, en la que pudo constatar la antigüedad del mencionado poblado.
“Según las investigaciones que he hecho, ella ha sido erigida a mediados del siglo XVII, o sea el año 1646, un 29 de junio, llevando por ello el agregado previo de San Pedro. Su fundación ha obedecido al descubrimiento de ricos yacimientos de oro en ‘El Encanto’”, afirma la mencionada publicación.
De acuerdo a la versión del religioso, además de la riqueza minera, los españoles que se asentaron en el lugar lo hicieron con el objetivo de cultivar productos agrícolas, tarea que fue realizada por los esclavos africanos que llegaron junto a ellos.
Pablo Fernández, un religioso de la orden de los Recoletos, menciona como muestra de la pasada grandeza de Laza su templo y su casa convento, los que fueron destruidos por un incendio, dando lugar a la pequeña capilla que ahora tiene.
¿Dónde estaba edificada semejante infraestructura en la explanada donde está ubicado el centro poblado de Laza? El sacerdote agustino holandés Wigberto van Zuylekom, quien desde los años 40 trabajó en las parroquias de Irupana y Chulumani, afirma que el templo y la respectiva casa se levantaban sobre los terrenos en los que hasta hace años estaba la cancha de fútbol y ahora se yergue la plaza del centro poblado.
“Laza, que era antes la residencia del vicario foráneo, ha degenerado hasta ser un pueblito de unas 30 familias. El templo anterior ha sido desmantelado y un templo nuevo fue construido con una sola habitación para el párroco. La iglesia está en buen estado, muy decente, justamente se estaba arreglando la sacristía. El terreno del templo antiguo ahora es cancha de fútbol”, relata según la versión recogida en el libro “Memorias de los agustinos holandeses en Bolivia 1930 – 1995”.
¿En qué momento San Pedro –que según Armentia era el patrón del lugar- fue reemplazado por el Señor de la Exaltación? Según se sabe, en la época colonial fueron traídos desde España tres imágenes del Cristo crucificado. Una de ellas fue consagrada en el templo de Ocobaya, la otra en el de Laza y la tercera estaría en alguna población del sector de Lambate. Sin embargo, aún resta investigación archivística para establecer las causas que llevaron a mover la fiesta de Laza del 29 de junio al 14 de septiembre.
Pero hay muchas otras preguntas sin respuesta: ¿Cuáles fueron las razones por las que Laza perdió la importancia que tenía en el pasado? ¿Por qué el centro neurálgico del sector fue transferido a Irupana?
Ya en 1781, durante el levantamiento indígena de Tupaj Katari, Irupana era considerado un punto estratégico por su conexión con la provincia Inquisivi, tanto que todos los españoles de la región se concentraron en el lugar y fueron parte de un éxodo hacia Cochabamba. La importancia que algún día tuvo Laza ya era historia…