martes, 5 de julio de 2011

Otra cosa es Irupana desde el aire…



Tenía que ser Irupana el lugar donde los yungueños vuelvan a surcar los aires. Corría el año 1932 cuando este pequeño poblado entregó a la defensa de la patria a uno de sus mejores hijos: al piloto Rafael Pabón Cuevas, el héroe máximo de la aviación boliviana en la Guerra del Chaco. Él lo hizo al mando de su Curtiss Hawk "Tigre", los de ahora lo hacen gracias al parapente.

La aventura es nueva. Desde siempre a Ángel Pardo le decían Pato, pero fue en 2003 que mostró que el apodo le quedaba corto. Le nació el deseo de volar y no se quedó de brazos..., comenzaron a crecerle alas.

"¿Cierto el 'Pato loco' está volando en Cerropata?". La pregunta había roto la monotonía del poblado. Ángel había comenzado a realizar sus primeras prácticas con el parapente, un aparato desconocido hasta entonces para la mayoría de los yungueños. El mes de mayo, después de haber realizado un pequeño curso de vuelo en Cochabamba, comenzó a volar en Cerropata. Sus alas comenzaban a extenderse.

Jaime Cuevas, de la familia de "los Monos", conoció de cerca el parapente durante un viaje a Brasil. La topografía cercana al Atlántico, en la región de Santos, es accidentada, con alguna similitud a la yungueña. Ya desde niño, se veía en sueños volando sobre el sululu de Churiaca. La idea estaba dormida dentro de sí, hasta que una propuesta de Ángel Pardo la despertó. Comenzó, entonces, a buscar el equipo necesario para despegar a la aventura.

Irupana fue fundada el 25 de julio de 1746. El 257 aniversario era un buen momento para estrenar el cielo con el vuelo de los parapentes. Mientras los pobladores se preparaban para la gran fiesta del Tata Santiago, Jaime y Ángel preparaban la improvisada pista de despegue, en él cerro de Yanata, en los terrenos de Armando Supo.

La mañana del 21 de julio de 2003, las aves yungueñas vieron invadido su espacio. Los dos pilotos irupaneños estaban en el aire e intentaban apostarse en Churiaca. Luego despegó Roddy Castañares, oriundo de Oruro, quien fue el tercer piloto en volar sobre Churiaca.

El día 22, Jaime, gracias a las condiciones climáticas favorables, permaneció volando sobre el pueblo durante 40 minutos. En esa semana se realizaron un total de 15 vuelos. En esos días también se hicieron algunas mejoras a la pista de despegue, gracias a la colaboración del propietario del lugar y al alcalde municipal Javier Salgueiro, quien colaboró también con la apertura del camino.

Los pobladores del lugar no lo podían creer. Un pedazo de tela había permitido que el hombre se iguale con las aves. Durante días y semanas no se hablaba de otra cosa en Irupana. Para los pobladores del lugar, Jaimey Ángel no serían los mismos nunca más. Durante el resto de 2003, continuaron realizando la práctica de este deporte y alegrando a los lugareños.

Los primeros aterrizajes no fueron tales. Se tuvieron que lamentar algunos "arborizajes" e incluso alguno que otro "aporrizaje". Los dos pilotos irupaneños se habían tirado al aire prácticamente sin saber volar.

Durante el Carnaval 2004, invitados por el naciente "Club Cernícalos de Irupana", llegaron a la población los deportistas Edgar Martínez, de Potosí, y . Jhusbel Ruiz, de Cochabamba. Éste último consiguió llegar hasta la población de Chicaloma (fue el primer cross). Posteriormente, los extranjeros Lee Gross (de Canadá) y Dylan Neyme (Estados Unidos) arribaron atraídos por los comentarios escuchados de parte de sus colegas de aventura.

De a poco, el poblado se está convirtiendo en un icono para quienes practican este deporte tanto en el país como en el extranjero. Es así que Jaime Cuevas y Ángel Pardo decidieron organizar el Primer Festival del Aire en la localidad, el que tuvo la participación de más de 30 deportistas.

Irupana es tierra de larga historia. La fortaleza agrícola de Pasto Grande es la prueba más importante de la presencia de la Cultura Tiwanaku y el Imperio Incaico en la región yungueña. Las ruinas están ahí, guardando la historia de la coca y el maíz en el Continente.

Los españoles se asentaron en el lugar enamorados de una de las pocas planicies que dejó la madre naturaleza al crear la caprichosa región. Churiaca es un verdadero respiro entre las quebradas que caracterizan a los Yungas paceños. Su ubicación la convirtió en un fortín infranqueable para el ejército realista que combatía a los patriotas que se encontraban en los alrededores. Es desde aquí que el Obispo La Santa excomulgó a los hermanos. Lanza y al resto de los independentistas.

Un año después que Bolivia nacía a la vida republicana, miraba la luz, en el pequeño poblado, el sabio Agustín Aspiazu. Considerado un loco, en su tiempo, por sus avanzados conocimientos. Sus escritos abarcan los campos de la Física, Astronomía y Geografía.

Hoy, el municipio es conocido en el país por su agricultura ecológica y la diversidad de su producción. Cuenta con todos los pisos ecológicos, partiendo desde las faldas de los nevados Illimani y Mururata, hasta descender al trópico, en los linderos de la Quinta Sección de la provincia Sud Yungas. De acuerdo al último Censo de Población y Vivienda, tiene 11.383 habitantes.

Cuenta con un potencial turístico todavía dormido, que la práctica del parapente puede ayudar a despertar. El centro poblado tiene todos los servicios básicos -agua potable, electricidad, alcantarillado, además de telefonía nacional e internacional- y alberga a sus visitantes en hoteles, hostales, cabañas y posadas.

Quienes han visitado el lugar retornan satisfechos, pues, a diferencia de las poblaciones yungueñas consideradas "turísticas", en Irupana encuentran al verdadero pueblito: una vida apacible, en contacto directo con la naturaleza y, lo más importante, en medio del calorcito de la gente de provincia.

Ángel Pardo y Jaime Cuevas afirman que es mucho mejor vivir Irupana desde el aire, desde el parapente. Así también lo han confirmado expertos nacionales de la talla de Edgar Martínez y Jhusbel Ruiz, al igual que los extranjeros Dylan Neyme y Lee Gross. Ahí está Irupana, con los brazos abiertos para quienes quieren vivirla, con los pies sobre la tierra o sobre el aire...

Irupana, agosto de 2004

1 comentario:

  1. Muy buena la información Don Guimer, y bueno es lindo conocer nuestra Tierra y este pedazo de Bolivia en especial, Edgar Arce.

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