martes, 19 de octubre de 2010

De segundos, centavos y cigarros


La paciencia es parte de sus vidas. Los 4.800 segundos que tienen sus ocho horas de trabajo los dividen entre los 1.500 cigarros -una "mano"- que fabrican diariamente para ganarse la vida. Tres segundos para extender el pequeño pedazo de papel, echar el tabaco, mover los dedos de un lado al otro para luego pegar con el engrudo y repetir nuevamente la acción, una y mil veces.

El centavo es el que mueve a este oficio. Cinco centavos por un mayt’u o amarro de cinco cigarros, a un centavo cada uno. Se ganan la vida centavo a centavo, segundo a segundo, con paciencia, mucha paciencia. La paciencia con la que muchas de ellas vieron solas crecer a sus hijos. Cuando se dieron cuenta, la vida terminaba y ellas continuaban: Segundo a segundo, cigarro a cigarro, día tras día, torciendo a la vida para que el hambre no retuerza la barriga de su prole. Sienten los segundos que inauguran la mañana tanto como los que clausuran la tarde. Lo hacen desde siempre. Y si intentas descubrir a la primera torcedora de cigarro, búscala en el cementerio: no la encontrarás.

La vida tuvo el amargo sabor del tabaco cuando vieron marcharse al ser amado, dejándolas con todo la familia a cuestas. El blanco papel que utilizan es la esperanza, esa que se construye y no se espera eternamente.

Sabor amargo y papel blanco se abrazan en sus manos prodigiosas, llevando los dedos de un lado al otro, construyendo con paciencia un segundo, un centavo, un cigarro, una vida…

"Para mantener a mi familia me servía"

Doña Inés Quinteros, nació en Irupana, hace 77 años.

¿De cómo aprendió a torcer cigarros?

- Me ha enseñado mi abuelita

¿Es decir, su abuelita ya torcía?

- Si, sabia. A mis 12 años he aprendido a torcer.

¿Es decir, desde mucho antes torcían en Irupana?

- Mmmm, mi abuelita sabía torcer. Mirando nomás yo he aprendido

¿Usted ha torcido toda su vida?

- Claro, pa' mantener a mi familia eso me ha servido.

¿Cuántos hijos tiene?

- Cuatro

¿Y sigue torciendo?

- Sigo torciendo. Pero no vendo, pues, de harto, poco ya, ya no puedo.

¿Qué cantidad hacia de jovencita?

- Una "mano" al día y ahora en una semana hago solamente una "mano”.

¿Dicen que el papel y el tabaco afectan a la vista?

- A mi me afecta a la cabeza….

Pero, ¿por qué a la cabeza?

- El cansancio de la vista debe de ser…

Irupana, invierno de 1990

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